Roger Federer, llorando. Rafa Nadal, llorando. Y los dos, de la mano. Fue uno de los momentos más virales de los últimos tiempos durante el homenaje de despedida al tenista suizo en la Laver Cup. Acababan de caer en su partido de dobles, la última vez que jugarían juntos.
Federer ha recordado ese momento en una entrevista al 'New York Times': "Vi la foto con Nadal. Fue un instante muy breve. Creo que, en ese momento, estaba llorando mucho y no sé, todo lo que pasaba por mi mente era lo feliz que estaba viviendo este momento con todos ellos",
"En ese momento casi olvidas que te están sacando fotos, porque sabes que no podía hablar y estaba la música. Creo que le toqué a Rafa y que, de esta forma, le dije gracias en secreto", dice.
Y espera conseguir todas esas fotos: "No sé como fue, pero para mí, eso quizá muestra como se sintió junto con otras imágenes diferentes. Fue una locura, con fotos desde todos los ángulos, espero conseguirlas porque significan mucho para mí".
"Siempre me ha costado mucho controlar mis emociones, cuando gano y cuando pierdo. Al principio solía enfadarme y estaba triste y lloraba. Luego lloraba de alegría por mis victorias. Creo que el viernes fue algo distinto, siendo sinceros, porque creo que todos estos chicos vieron flashes de su carrera delante de sus ojos, sabiendo que todos nosotros hemos estado en tiempo de prestado en el tenis", detalla el ganador de 20 Grand Slams.
¿Le saldrá algún imitador?
La elegancia en el juego de Federer ha sido su principal característica. No se ha visto un tenista igual. "No veo a nadie jugando como yo, tendría que ser un tenista con un revés a una mano. Nadie necesita jugar como yo, de todas formas", indica.
"La gente pensaba que jugaría como Pete Sampras y no lo hice. Creo que todos necesitan tener su propia versión y no imitar, aunque copiar sea un gran gesto de admiración. Pero desearía que todos se encuentren a sí mismos y el tenis será fantástico", completa el tenista suizo.