Novak Djokovic ha ganado 24 Grand Slams. El tenista con más palmarés de toda la historia. No pudo pelear por el 25 en el Open de Australia, donde cayó en semifinales contra el joven Jannik Sinner. Y ahora el serbio ha querido sacar pecho.

En declaraciones al medio 'Today' ha querido sacar pecho: "¿Cuántos tenistas en la historia son capaces de hacer las cosas que he hecho y he logrado...?".

"No digo esto para elogiarme, lo digo para recordarme a mi mismo: 'ey, pellízcate, mira donde estás, mira lo que has hecho'. Al mismo tiempo siento que es un capítulo de mi vida. Siento que hay más capítulos por venir", dice el todavía número 1 del mundo de tenis.

Asegura que su fortaleza mental comenzó cuando era un niño y vivió la guerra en su país: "Definitivamente hay algo de conexión y vínculo con mi educación. Tenía 12 años cuando tuvimos bombardeos durante dos meses y medio sin parar día y noche. A veces me viene a la cabeza cuando escucho fuegos artificiales...".

"No es muy agradable, todavía tienes un poco de trauma. Creo que está relacionado con eso, el valor, la resiliencia, el espíritu de nunca darse por vencido y creo que sale a la superficie normalmente en los momentos internos de ahora o nunca", cuenta Nole.

Siempre ha manifestado que una de las peores cosas de ser tenista profesional es viajar por el mundo durante todo el año y perderse el día a día con sus hijos: "Lucho con eso cada vez más a medida que pasa el tiempo. Australia es un viaje largo, probablemente el más largo que tenemos en todo el año".

"Mi hijo tiene nueve años y mi hija seis. Cada día y cada semana cambian. A mi hija se le cayó el primer diente y yo no estuve ahí para eso, pero al mismo tiempo se trata de equilibrio. Los padres deberían jugar con sus hijos todo el tiempo", cuenta Djokovic.