El decimocuarto Roland Garros tendrá que esperar al menos un año más. Rafa Nadal cayó en las semifinales ante un Novak Djokovic sobresaliente, que le superó en cuatro sets con un tenis absolutamente memorable y ante el disfrute de los 5.000 espectadores a los que les dejaron saltarse el toque de queda para ver la conclusión del choque.

El primer set fue una montaña rusa. En la séptima bola de set logró completarlo, con resultado final de 6-3. Un inicio demoledor (5-0) no fue suficiente porque el serbio se recompuso y acabó peleando cada punto y salvando hasta seis bolas en la primera manga. Una manga que rozó la hora.

6-3 en el segundo set para el número 1 del mundo, mucho más concentrado en el partido. Y el tercero se fue hasta el tie-break, después de que Djokovic no aprovechara su superioridad en el comienzo. Pero el serbio se puso dos sets a uno arriba.

Djokovic bordó el tenis en el cuarto, en su mejor momento físico y de tenis, con un Nadal que ya parecía rendido (6-2). El serbio se acabó llevando un choque increíble de más de cuatro horas de partido.

La final se disputará el domingo a las 3 de la tarde, donde Stéfanos Tsitsipas ya esperaba a media tarde. El serbio, a la caza del propio Nadal y de Roger Federer en el número de Grand Slams.