La nueva generación del tenis viene pisando fuerte desde hace ya meses. Los Carlos Alcaraz, Jannick Sinner, Holger Rune, entre otros, son los grandes llamados a liderar el tenis en unos años.

Sin embargo, este último ha protagonizado un bajón de rendimiento poco común en promesas de su talla. El danés se despidió del US Open en primera ronda y sigue sin encontrar su juego.

Rune ha protagonizado una nueva derrota después de perder en primera ronda del Masters 1.000 de Shanghái ante Brandon Nakashima por 6-0 y 6-2, la peor de su carrera.

El danés tiene todas las herramientas para convertirse en uno de los mejores en un futuro pero su cabeza le tiende a jugar malas pasadas. A pesar de haber cuajado una gran primera mitad de temporada, Rune ha sucumbido a sus fantasmas y desde Wimbledon no ha podido llegar a las rondas finales.

Siempre se le ha comparado con Alcaraz y con Sinner pero de momento no demuestra la determinación para poder establecerse como gran estandarte del futuro tenis.

En los primeros Grand Slams alcanzó cuartos y fue a partir de Wimbledon cuando, sobre pista dura, ha empezado flaquear. En US Open fue el primer cabeza de serie en quedarse fuera y ahora en Shanghái ha sido la primera gran sorpresa.