A apenas tres semanas del comienzo del Open de Australia, el primer grande del año en el tenis, la polémica por las cuarentenas que los tenistas tienen que cumplir al llegar al país están a la orden del día.

Muchos de ellos, como la española Paula Badosa, se han quejado abiertamente por estas circunstancias. Y Novak Djokovic, número 1 del mundo, ha pedido abiertamente que se relajen estas medidas. Con respuesta del circuito, y muy contunente.

"La gente es libre de presentar una lista de demandas, pero la respuesta es no", dijo el jefe del gobierno del estado de Victoria, Daniel Andrews.

Djokovic pidió en una carta que los tenistas abandonaran los hoteles donde guardan cuarentena a viviendas privadas con pistas de tenis para poder entrenar. Pero el torneo lo ha rechazado, con el Gobierno australiano contestando de manera rotunda.

Un total de 72 jugadores han sido obligados a estar confinados en sus habitaciones de hotel en Melbourne, sin la posibilidad de salir cinco horas para entrenar, por haber viajado en tres aviones chárter con 5 casos de coronavirus, lo que ha causado el descontento entre varios de ellos.

"No hay trato especial para nadie", insistió Andrews al ser preguntado por la petición del número 1 del mundo. Mientras, los tenistas no pueden entrenar a pocas semanas del comienzo del torneo. Su estado de forma se verá claramente mermado si continúan estas medidas.