Andy Murray tiene claro que el US Open puede ser su último tren dentro de una exitosa carrera. A sus 36 años volvió a especular en Toronto acerca de una posible retirada hace apenas una semana, y había mucha expectación en Cincinnati por volver a verle sobre la pista.

Para sorpresa de todos, Murray ha decidido que no jugará el Masters 1000 estadounidense, y al mismo tiempo tratará de recuperarse de la distensión abdominal que sufrió en Toronto para llegar en pelas condiciones al US Open.

De esta forma, su partido ante el búlgaro Khachanov de primera ronda en Cincinnati queda cancelado y el posible cruce con Carlos Alcaraz en semifinales no se producirá.

El ganador de tres Grand Slams no es ni mucho menos el favorito para el US Open pero siempre hay que tenerle en cuenta. El sorteo de la fase previa será el próximo lunes.