Amnistía Internacional ha entrado en acción en el caso de Peng Shuai. La ONG ha pedido a las autoridades chinas que demuestran que la tenista está segura, además de desvelar su paradero. La deportista acusó hace dos semanas al exviceprimer ministro chino Zhang Gaoli de obligarla a mantener relaciones sexuales, y desde entonces de ella tan solo se sabe por una email.

Uno del que muchos y muchas dudan, y por ello Doriane Lau, investigadora de Amnistía Internacional, señala a China.

"Ha silenciado sistemáticamente el movimiento 'Mee too' en todo el país. Resulta inquietante sabiendo esto y el enfoque de tolerancia cero a las críticas del gobierno que Peng Shuai parezca estar en paradero desconocido", dice.

Lau prosigue: "La presunta declaración realizada por la tenista de que 'todo va bien' no debería tomarse como auténtica. Los medios estatales chinos tienen un gran historia del extraer declaraciones de personas bajo coacción o de, directamente, inventárselas".

"Las autoridades chinas deben investigar adecuadamente las denuncias de violencia sexual de un alto caro político. Es algo que pone de manifiesto al trato al que se enfrentan las mujeres que sobreviven al abuso sexual en el país", afirma.

Fue el 2 de noviembre cuando Peng Shuai, en Weibo, acusó al exviceprimer ministro Zhang Gaoili de obligarla a tener relaciones sexuales.

Todo esto fue censurado, y la publicación original ya no se puede ver de manera online. Desde entonces, no se ha vuelto a saber nada de Peng salvo por un correo electrónico difundido por el canal de televisión CGTN.