Sólo con condiciones extremas se puede competir. Cuando el viento lleva fuerza 10, casi un huracán, ellos cogen la tablan para ir al mar y pasan cosas alucinantes.

Los saltos son increíbles, hasta 15 metros de altura, el peligro es maximo, se juegan la vida en este deporte extremo. Engullidos por las olas, sin visibilidad, luchando con vientos de hasta 100 kilómetros por hora.

Se necesita una tormenta perfecta para poder hacer este concurso y solo ocho son los elegidos para el peligroso reto. Han tenido que esperar tres años para que llegase el momento, pero ya esta aquí.