El 9 de febrero, Kemoy Campbell volvió a nacer. El atleta jamaicano desfallecía repentinamente cuando corría los 3.000 metros. Podía parecer un desmayo más, al recuperarse, los médicos le dieron una noticia sobrecogedora.

Campbell estuvo clínicamente muerto, su corazón se había parado... pero, increíblemente, volvió a la vida. Tras dos días en coma, despertó sin recordar absolutamente nada.

Un atleta de élite que ha vivido un antes y un después en su vida. Ahora, le han implantado un desfibrilador y, tras 17 días en el hospital, los médicos aún no saben si podrá volver a competir.

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