No es la primera vez que vemos la peor cara de Sergio García. El pasado mayo, en pleno torneo, un niño le intentó animar y el golifsta, estalló. Horas después pidió perdón y solucionó el incidente.
Peor fue su salida de tono en el PGA, el pasado julio, cuando tras no pasar el corte, le echó la culpa a la prensa española.
Queda claro que el carácter de Sergio García, cuando las cosas le salen mal, es complicado.