Los surfistas siempre se llevan el protagonismo cuando se habla de su deporte, pero detrás de ellos están los rescatistas, que tienen un papel clave, especialmente cuando se surfean olas grandes.

Un ejemplo es el de Ramón Laureano, quien hace un año no logró escapar de uno de los monstruos de Nazaré. Tenía que recoger a un surfista cuando una ola de 15 metros empezaba a romper detrás de ellos.

"Vi la sombra", explica Laureano recordando la odisea a la que se enfrentó. "No quería mirar hacia atrás, solo quería salir de ahí", explica. Aunque finalmente no lo consiguieron y la ola les acabó engullendo, pero lograron llegar a la orilla.