El SoFi Stadium de Los Angeles, con 100.000 almas en sus gradas, se convirtió en una fiesta para albergar la final de la Super Bowl. El evento deportivo más seguido del mundo no decepcionó y tanto los Angeles Rams como los Cincinnati Bengals brindaron un espectáculo que no se decidió hasta los compases finales de partido.

El encuentro arrancó con la franquicia angelina llevando el timón, pero ante una férrea defensa de los de Ohio que tan solo pudo quebrar Odell Beckham Jr. Sin embargo, el receptor, que estaba siendo uno de los mejores, apoyó mal y su rodilla dijo basta, dejándole fuera de la final.

Los Bengals, que llegaron vivos al descanso (13-10), encontraron fuerzas para dar un giro de guion en el segundo acto, pero los angelinos no iban a permitir que se les escapase otro anillo.

Tras la de Odell Beckham Jr., los de Cincinnati también perdieron a Burrow, que a pesar de continuar en el partido su rodilla no daba para más.

Los Rams tuvieron su oportunidad y la aprovecharon: defensa férrea, paciencia y decisión. Cooper Kupp, elegido MVP del partido, recibió un touchdown que adelantaba a su equipo, y Aaron Donald, capturando todo lo que venía en el ataque de los de Ohio, certificó el triunfo por 23-20 para darle el Trofeo Vince Lombardi a los de Los Ángeles.