Son más de 300 luchadoras de sumo... 'amateurs'. Porque profesionales todavía no conocemos a ninguna. Ese es el veto que tiene impuesto Japón a este deporte fundado, precisamente por una mujer, en el año 642.

Ahora, con el próximo Mundial de Sumo en el calendario (se disputará en Osaka), Japón plantea la posibilidad de abrir la competición al género femenino.

Lidia Arias, que quiere participar en ese campeonato, dice lo siguiente: "En Japón la mujer es considerada impura por su ciclo menstrual y entonces no puede pisar el área de lucha sagrada y por eso no es profesional".

Unos motivos que suenan incomprensibles en pleno siglo XXI y que puede que ya no se utilicen más como excusa para menospreciar a la mujer en el país nipón.