La tercera etapa del Tour de Francia no ha dejado indiferente a nadie por una maniobra de JasperPhilipsen en el 'sprint' final cuando la línea de meta estaba a escasos metros. En la ceremonía existía una confusión total, donde ni siquiera Pogacar era capaz de saber quien sería el vencedor.

Todo vino de un movimiento un tanto irregular del corredor belga abandonó su línea de trayectoria en una curva, cerrando a Wout van Aert. Las dudas de su intencionalidad parte de saber si la ralla estaba en paralelo, ya que de ser así, sería legal.

20 minutos después los jueces dieron permisividad y Philipsen fue el ganador en Bayona a pesar de que su compatriota estuvo cerca de chocar contra la valla. La decisión se basó en que el esprínter del Alpecin justo encaraba la curva y la calzada se estrechaba en ese punto.

Estas fueron las declaraciones de Philipsen: "Era un final complicado, con una curva muy cerca de meta, y yo simplemente busqué la trazada más corta". "Fue tenso, pero esto es el Tour y no se reparten regalos", destacó.

El maillot amarrillo continúa siendo de Adam yates. Mientras tanto, Mikel Landa se cae del Top10 en una exhibición de Mathieu Van der Poel