Tyson Fury pasó por encima de Deontay Wilder en un combate en el que se proclamó campeón del mundo (WBC) de los pesos pesados. El 'Rey Gitano' mejoró su récord de invencibilidad con 31 victorias y se corona por segunda vez después de vencer a Wladimir Klitschko en 2015.

La victoria se produjo en el séptimo asalto cuando el preparador de Deontar Wilder arrojó la toalla al ver que su pupilo estaba sucumbiendo en el cuadrilátero ante las constantes arremetidas del pugilista británico.

La imagen curiosa, a la par que desagradable, se dio cuando el nuevo campeón, en pleno combate y tras golpear a su rival, trató de lamer la sangre que caía por el hombro de Wilder.

Tyson Fury tratando de lamer la sangre de Deontar Wilder

"El rey ha vuelto. La gente siempre me descarta cuando ve mi barriga gorda y mi calva", expresó Fury tras el combate y después de proclamarse campeón del mundo de los pesos pesados por segunda vez en su carrera.