Empezar una carrera y acabar ganando otra carrera distinta por error. Es lo que le ha pasado a Kade Lovell, un joven de 9 años que ha ganado una prueba de 10 kilómetros de distancia en Minnesota... pese a competir en una de 5 kilómetros.
Su madre comenzó a estar preocupada cuando veía que su hijo no aparecía por la meta, momento en el que comenzó a preguntar a todo el mundo si le habían visto. "Pregunté incluso a un bombero", explica Heather Lovell.
De repente, un espectador llamó al cuñado de Heather, que se encontraba en la prueba de los 10 kilómetros, para avisarle de que había un joven que estaba corriendo "muy bien" en esa misma prueba.
La confusión llegó, según explica Kade, cuando una mujer le dijo de seguir recto en la carrera, indicación a la que hizo caso. La historia acabó con final muy feliz para él, ya que se proclamó ganador general de la prueba.
"Lo hizo mejor de lo que normalmente suele hacer porque estaba intentando acabar y en estado de pánico", explica su madre. Pese a su temprana edad, Kade ya es un experimentado corredor. Su pasión por la velocidad comenzó a los 6 años.