Marcelo Lusardi se quedó ciego hace cuatro años por una enfermedad rara degenerativa, Neuropatía de Leber. Y gracias al skate volvió a sonreir. "El skate fue lo que me sacó de la depresión de haberme quedado ciego", cuenta a Jugones, que ha estado con él.
"El bastón son mis ojos, tocando el suelo todo el tiempo para avisarme de lo que viene", continúa. Los obstáculos nunca pudieron frenarle: "Pensar en el patín fue lo que me ayudó a renacer. El límite te lo pones tú".
"Tirarte ciego por estas rampas es una locura", cuenta su amigo y compañero de pista Ángel Vigo. "Todos flipan", señala. Y es que la historia de Marcelo es digna de contar. Una increíble historia de superación.