Un esquiador francés ha sido sepultado por una avalancha mientras esquiaba con sus amigos, quienes desesperados trataban de localizarlo.

"No quiero morir aquí", decía el esquiador Micka mientras sus compañeros pedían ayuda a ver si alguien lo había visto. "Micka" gritaba una mujer mientras otra persona preguntaba "¿has visto a un chico?".

Finalmente, tras 15 minutos sepultado bajo la nieve sus amigos lo encontraban y le avisaban para que se tranquilizara: "¡Micka! Estamos aquí tranquilo!