Con solo 25 años, Jon Rahm sigue escribiendo su nombre en el golf. Este domingo, de madrugada, se convirtió en número 1 del mundo tras su victoria en el torneo Memorial celebrado en Ohio (Estados Unidos).

Éste es el undécimo trofeo del golfista, el cuarto en el circuito PGA americano, lo que le sirvió para convertirse en el primer número 1 español tras Severiano Ballesteros, que lo fue por primera vez allá por 1989.

"El número 1 ha sido mi objetivo desde los trece años. Recuerdo que escuché una historia en la radio de mi entrenador de 'swing' en España, Eduardo Celles, y él me preguntó cuáles eran mis objetivos y mis ambiciones, y recuerdo haberle dicho que era ser el mejor jugador del mundo", declaró en la web del Circuito Europeo.

"'Seve' es un jugador muy especial para todos nosotros, y ser el segundo que lo consigue después de él, es un verdadero honor. Y ser el segundo español en hacerlo y que no haya muchos europeos que hayan llegado a este lugar, hace que sea una sensación bastante única, así que voy a disfrutarlo por un tiempo", subrayó Rahm.

Y para alcanzar este ansiado número 1, el vasco tuvo que firmar "una de las mejores actuaciones" toda su vida. Así lo aseguró él mismo. Siempre con Ryan Palmer pisándole los talones, Rahm se acabó llevando la victoria un un -9.

Tras vivir momentos muy complicados en los últimos meses, con la pérdida de su abuela y una tía de su madre, el golfista quiso dedicarle el triunfo. Y también se acordó de su hermano: "Mi hermano tuvo su primera hija y ahora he logro esto, así que creo que tenemos muchas razones para disfrutar los próximos días".