La situación en Irán es muy delicada, ya que el régimen no duda en usar la fuerza más bruta frente a aquellas personas que protestas por todo lo que ocurre en el país. La semana pasada una persona fue ejecutada en público por herir a un miliciano islámico y bloquear una calle y este lunes, un luchador de wrestling ha seguido el mismo camino.

Majid Reza Rahnavard fue ahorcado en la ciudad de Mashad por matar a dos agentes de seguridad, según informó la agencia 'Mizan'. Además, habría herido a otras cuatro personas. "Fue sentenciado a muerte por 'guerra contra dios' por acuchillar hasta la muerte a dos miembros de las fuerzas de seguridad", señala la agencia.

Fue detenido el pasado 19 de noviembre, acusado el 24 y el 29 fue el día del juicio, cuando se le comunicó su condena a muerte. Otras nueve personas han sido condenadas por las protestas y según Amnistía Internacional, otras 28 personas podrían ser ahorcadas.

Por otra parte Amir Nasr-Azadan, un exjugador de fútbol de 26 años, también podría ser ejecutado tras ser acusado por participar en las protestas, según informa 'IranWire'. Esta situación está provocando un gran revuelo e incluso la Unión Europea estaría barajando nuevas sanciones contra los responsables iraníes por violar los derechos humanos.

Volker Türk, alto comisionado para los derechos humanos de la ONU, señaló que Irán comete esas ejecuciones públicas para asustar a los manifestantes: "Claramente esto tiene el propósito de crear temor para el resto de los manifestantes".

A pesar de estos actos atroces, las protestas continúan en el país asiático, con protestas en silencio o sosteniendo velas. Desde que comenzaran las protestas desde el pasado mes de septiembre, 15.000 personas han sido detenidas y 400 han muerto, según la ONG 'Iran Human Rights'.

Por ejemplo,la casa familiar de Elnaz Rekabi fue destruidapor competir sin el hiyab y un iraní fue asesinado por el régimen por celebrar la eliminación del país del Mundial de Qatar.