Siguiendo la temática de la serie animada 'Popeye', para formar unos bíceps gigantes lo que se debe hacer es tomar espinacas, pero Kirill Tereshin tiene otra manera de hacerlo. El luchador es conocido por haberse inyectado aceite para dar volumen a sus músculos y en una lucha le han reventado uno de ellos.

El ruso muestra en un vídeo en sus redes sociales episodios del combate de MMA y al final enseña cómo su bíceps izquierdo queda totalmente destrozado y de él se desprenden gotas de un líquido.

Con toda seguridad ese líquido tiene relación con las infiltraciones que se hizo hace años, por las cuales casi pierde la vida. En 2019 se sometió a una intervención de urgencia para que le retiraran todo el Synthol acumulado en sus brazos, una sustancia formada por un 85% de aceite, 7,5% de lidocaína y 7,5% del alcohol.

A raíz de esas inyecciones, sus bíceps alcanzaron un diámetro de 60 centímetros, y aún mantienen una dimensión exagerada y un aspecto antinatural, incluso algo repugnante, y más después de la pelea.

Se puede apreciar en las imágenes cómo hay zonas de rojez que contrastan con su tono pálido de piel y hematomas que han sido consecuencia de los golpes, que, por leves que pudieran ser, pueden romperle las fibras musculares con facilidad por la tensión a las que están sometidas.