Los St. Louis Blues se proclamaron campeones de la Stanley Cup de la NHL, un título que dedicaron en especial a una de sus aficionadas más acérrimas.
Se trata de Laila, una joven de 11 años que lucha contra la HLH, una rara enfermedad que sólo sufren 15 personas en el mundo. Su lucha contra esta enfermedad le impidió ir a muchos partidos de su equipo, recibiendo la promesa de que iría a alguno de los partidos de las finales de conferencia.
Laila fue al tercer partido, teniendo una reacción que se hizo viral. A partir de ahí, no se perdió otro partido más de su equipo, siendo la fuerza de los campeones.
Su equipo se hizo con la victoria en la Stanley Cup, cuyo trofeo ofrecieron a Laia sobre el hielo. Se trata del primer título de la franquicia, aunque no es el último momento especial que ha vivido Laila con su equipo.
Ahora, el equipo de su vida ha tenido un detalle que jamás olvidará: regalarle un anillo de campeón. Su reacción fue tan increíble como el momento. No se lo podía creer: "No debería estar tocando esto".
Es un nuevo ejemplo de que el deporte origina momentos preciosos para los aficionados y también para los propios jugadores.