20 segundos de puro terror. 20 segundos que para este piloto de ala delta se hicieron eternos. En pleno descenso, su arnés se rompe, dejándole sin ningún tipo de sujeción.

El piloto se agarra como puede a la barra. Solo sus brazos y manos le mantienen unido a la vela. El origen de todo lo encontramos en un doble fallo del piloto.

Primero al conectar el mosquetón al velcro en lugar de a la cinta de sujeción, y en segundo lugar al no chequearlo correctamente. Un error que pudo costarle la vida pero que por suerte solo le dejo una rotura de ligamento.