El conflicto entre Ucrania y Rusia continúa en boca de todos. El exjugador de waterpolo Viktor Bondarenko, actual entrenador de un equipo en Kiev, ha desvelado cómo se está viviendo la situación actual con el país ruso desde la capital ucraniana.

El waterpolista estuvo hasta ocho años jugando en la liga española, militando en las filas del CN Sabadell, con quien logró conquistar una Copa del Rey y del CN Martiánez de Tenerife. Posteriormente pasó por el Chiavari italiano y, por último, vivió una aventura en la liga griega antes de anunciar su retirada.

A sus 48 años de edad, es el actual entrenador del Waterpolo Kiev, por lo que está viviendo desde muy cerca la tensión existente y todo lo que ocurre dentro del conflicto que mantiene enfrentadas a Rusia y a Ucrania.

"En Kiev está todo calmado. La gente sigue con sus rutinas, trabajando. Hablan de ataques, pero nadie se cree que vaya a haber una guerra. No obstante, Ucrania tiene todo preparado para defender el país", relató Bondarenko.

La zona principal del conflicto es Donbás, situada al sureste de Ucrania, ya que Rusia está buscando su independencia o que se adhiera a su país: "Es una zona estratégica que Rusia quiere tener controlada. Quieren que sea como Crimea. Antes había equipos de waterpolo que jugaban en la Primera División ucraniana, pero ahora ya compiten en la segunda división rusa. Hace tiempo que no voy a esa zona, es un paraíso ruso, los precios están altos y nadie va allí".

"Uno de mis amigos, que trabajaba de banquero y tenía dinero, compró armas y se fue a Donbás. Pero le hirieron gravemente y tuvo que volver a casa. Otro amigo está en un grupo militar y están preparados para reaccionar. Están solo esperando una señal", añadió.

Profundizando más allá de los intereses políticos y económicos, el exwaterpolista cree también que hay otros motivos: "En Rusia se habla de que en Ucrania se persigue a los rusos por el idioma. Yo hablo ruso, el 80% de la gente en Ucrania habla ruso. Nunca ha pasado nada. Todo el conflicto lo están creando los políticos, todo se mueve por el dinero".

La caída del muro de Berlín supuso un antes y un después en las relaciones entre ambos países, aunque por aquel entonces "no hubo tensiones, Kiev es distinta a Moscú, es una ciudad más trabajadora".

"Es cierto que nos hemos quedado 20 años atrás, tenemos muchos problemas de corrupción, el sistema es muy difícil. Pero Moscú y Kiev simbolizan dos maneras distintas de vivir", sentenció.

En medio de la gran incertidumbre que tiene toda la sociedad ucraniana en estos momentos, Viktor Bondarenko continúa "entrenando cada tarde y jugando las competiciones". "Estamos tranquilos, pero preparados para ir a la guerra", concluyó.