Llegan malas noticias desde el hospital de Flagstaff (Arizona). Tras una semana en coma inducido debido a unos graves problemas respiratorios y tres pruebas negativas de COVID-19, se le ha detectado a Tommy Rivers, corredor de trail running, un linfoma pulmonar primario extranodal NK T-Cell de tipo nasal, un cáncer muy agresivo y poco común.

Todo comenzó cuando se empezó a encontrar mal después de ejercitarse en el Gran Cañon del Colorado en junio. Después, fue hospitalizado y su estado de salud empeoró radicalmente.

A pesar de que los síntomas eran muy similares a los derivados del contagio por coronavirus, las tres pruebas realizadas dieron negativo y se acabó determinando que padecía cáncer.

"No sería Rivs si no fuera algo raro y agresivo. Mi marido ha sido diagnosticado con Linfoma Pulmonar Primario de Células T NK. Se sospechó todo el tiempo, pero debido a su rareza y aún más a su rara presentación en los pulmones de Rivs, los médicos exploraron otras opciones antes de que la Clínica Mayo hiciera su diagnóstico final", escribió Steph Rivers, esposa de Tommy, en Instagram.

"El pronóstico para este tipo de cáncer es pesimista, pero hemos encontrado un grupo de doctores que no sólo aman a Rivs, sino que realmente entienden su fortaleza mental y física. Empezarán a tratarle con altas dosis de quimio desde hoy, sabiendo que toda una vida de esfuerzo ha entrenado su cuerpo y su mente para luchar contra esta batalla", añadió.