El mundial de natación de invierno se está celebrando en el Lago Bled, en Eslovenia. Con seis grados bajo y cuatro grados dentro del agua, un total de 2.000 nadadores se reúnen para tratar de superar las condiciones más extremas.

El riesgo es alto. Tanto que las pruebas no pueden superar los 1.000 metros. De otra manera el cuerpo de los nadadores podría correr peligro.

Además, los participantes no pueden usar neopreno. Calentar antes de comenzar la prueba es obligatorio... y después también. Los nadadores se relajan en pequeñas piscinas con agua caliente después de nadar en aguas gélidas.