El último entrenamiento de la selección alemana tuvo un tenso momento. Dos de los jugadores convocados por Löw, Kimmich y Rudiger, se encararon y tuvieron que ser separados por Klose, asistente del seleccionador.

Todo se originó con una dura entrada del jugador de la Roma sobre el jugador del Bayern, que se levantó tras quedarse brevemente en el suelo y le recriminó esta entrada.

En ese momento entró Klose en acción, que intentó tranquilizar a ambos. No solo pasó eso, también Draxler recibió un codazo en la cara que le dejó apartado del entrenamiento, teniendo que ser atendido.