Hace dos años, Harry Maguire acudió con un grupo de amigos al estadio Geoffroy Guichard de Saint-Etienne (Francia) para ver un partido de la Eurocopa 2016 entre Inglaterra y Eslovaquia (0-0). Quién le diría que en Rusia 2018 él abriría el camino a las semifinales del Mundial con un gol.

Maguire (Sheffield, Inglaterra, 1993), un tipo que no olvida sus orígenes y que se plantó como central titular de los 'Three Lions' en Rusia con solo cinco partidos internacionales, recordó que hace dos años veía a Inglaterra como aficionado colgando la instantánea de aquel momento en la red social Instagram cuando conoció que estaba dentro de los 23 de la lista de Gareth Southgate.

"Hace dos años estaba viendo a Inglaterra en Francia con mis amigos. Ahora en el avión hacia Rusia. Cómo han cambiado las cosas. Siempre hay que creer", manifestó el central del Leicester inglés.

Tanto han cambiado las cosas que el enorme central de Sheffield -mide 1,93 metros- no solo logró convencer al seleccionador para que le guardara un billete a la gran fiesta del fútbol, sino que la plaza que le deparaba era de titular en su esquema de tres centrales y dos carrileros.

El central le devolvió la confianza durante todo el torneo con un buen rendimiento defensivo, y subió la apuesta en cuartos, con el primer tanto en el partido de cuartos de final contra Suecia en el que cabeceó a la red un saque de esquina de Ashley Young, adelantándose a la marca del centrocampista sueco Emil Forsberg.

El gol le convertía en el primer futbolista inglés que anotaba en unos cuartos de final mundialistas en 16 años, desde el tanto de Michael Owen en la derrota contra Brasil (1-2) en el Mundial de Corea del Sur y Japón 2002, y abría la puerta a la clasificación, 28 años después, de Inglaterra a unas semifinales, desde Italia 1990.

"Estoy satisfecho por el gol, pero lo más importante es la victoria. Es lo que queríamos hacer y lo hemos conseguido", aseguró el central.

Southgate elogió después su trabajo en ambas áreas durante el torneo y se felicitó de haber conseguido que el central del Leicester crea en sus posibilidades al más alto nivel. "Estaba ansioso por tenerle en buena forma porque sabía que podía jugar a este nivel, aunque no estoy seguro de que él pensara lo mismo. Maneja el balón como los mejores centrales del torneo y afortunadamente está ganando en confianza. Hemos marcado goles a balón parado gracias a su trabajo y hoy ha obtenido el que se merecía", diagnosticó Southgate, quien como jugador fue central.

La trayectoria de Maguire ha sido la de una maduración lenta. Formado en el Sheffield United, debutó en 'Championship', la segunda división inglesa, en la temporada 2010-11, y con el descenso del equipo de su ciudad pasó tres campañas en la 'League One', la tercera categoría del fútbol inglés.

El Hull City se hizo con sus servicios en junio de 2014, lo que le permitió debutar en la Premier League y la Europa League, pero en la segunda mitad de aquella temporada lo envió a préstamo al Wigan, de nuevo en 'Championship'.

El descenso del Hull le obligó a volver a esa categoría a la temporada siguiente, hasta la 2016-17, cuando retornó a la Premier, donde disputó 29 partidos y comenzó a llamar la atención de Southgate.

Tras aquella temporada, el Leicester decidió pagar 17 millones de libras al Hull en julio de 2017 para hacerse con sus servicios, y el seleccionador inglés decidió llamarle por primera vez para los partidos de clasificación mundialista contra Malta y Eslovaquia. "En el final de la temporada con el Hull, se hablaba de que Southgate había venido a partidos, pero tuve una pequeña lesión. Saber que Gareth iba a volver me dio confianza y motivación para trabajar duro en pretemporada con mi nuevo club", dijo Maguire en septiembre de 2017, cuando ya era jugador de los 'foxes'.

Su llegada a la concentración tuvo un punto curioso, ya que llegó con sus cosas en una bolsa de basura, consejo de su compañero en el Leicester, el delantero Jamie Vardy. Asegura que no fue el único futbolista que trajo botas y otro material en ese tipo de bolsa, pero fue su imagen la que quedó en las redes sociales.

Aunque no tuvo minutos hasta la siguiente convocatoria, en la que disputó el partido completo contra Lituania (0-1), se asentó en los exigentes amistosos contra Alemania, Brasil y Holanda, a lo que correspondieron sus 44 partidos y tres goles con los 'foxes'.

El buen manejo de balón de Maguire junto a sus impresionantes 193 centímetros de estatura impresionaron a sus entrenadores desde sus primeros partidos en el Sheffield y convencieron a Southgate para utilizar un jugador de anecdótica presencia en las inferiores de los 'Three Lions', con solo un partido en la sub-21.

Asentado en el terceto de centrales que apuntala a esta Inglaterra que está haciendo historia, Maguire aspira a lo máximo: una final que no conocen en Inglaterra desde que se hicieron con el título en 1966, hace 52 años. Para ello, tendrán que superar a Croacia, el 11 de junio en el Luzhniki de Moscú.

A diferencia de hace dos años, Harry Maguire no verá a Inglaterra desde la grada, sino que será protagonista. Siempre hay que creer.