El brutal accidente sucedía en los entrenamientos oficiales del GP de la Bañeza. Pablo Cabero se iba al suelo y el piloto que le seguía no pudo reaccionar a tiempo.

Afortunadamente, este terrible accidente no tuvo mayores consecuencias, "sólo dolor en las cervicales", como cuenta el propio Cabero.

Incluso pudo seguir compitiendo en un circuito en el que las caídas son más que habituales y en el que ésta solo quedó en un susto.