Lee Jackson ganó la segunda carrera del Superbike británico en Oulton Park y Bradley Ray daba un golpe de autoridad en el campeonato. Esa hubiera sido la noticia en cualquier otra carrera, pero el gran premio y sus resultados se vieron opacados por el terrible accidente sucedido en esa segunda manga.
La carrera marchaba en la cuarta vuelta cuando se escapó un grupo cabecero de cinco pilotos. En él, el australiano Rory Skinner se salió de la trazada para acometer un adelantamiento. El piloto que marchaba justo delante, Christian Iddon, hizo el mismo movimiento escasos instantes después y el australiano no pudo evitar el impacto con su rival.
La Kawasaki de Skinner salió despedida y se llevó por delante a Kyle Ryde en un accidente sin consecuencias, pero la imagen se centraba en el australiano. Skinner pasó de su propia moto a estar subido en la rueda trasera de Iddon, que al frenar, no pudo hacer nada para evitar la caída al tener bloqueada la rueda.
Iddon se fue al suelo al no poder frenar correctamente y la pierna de Skinner se quedó enganchada en la moto del británico mientras ésta recorría metros por el suelo. El australiano, pese al aparatoso accidente, salió cojeando del lugar y solo tiene unas pequeñas fracturas en su mano, al igual que Iddon, que en un primer instante quedó inconsciente en el suelo, pero que salió únicamente con el golpe y la misma fractura en la mano.