Pedro Acosta está en disposición de ganar su primera carrera en MotoGP. De lograr, o bien al sprint o bien en la prueba larga del domingo, su primer triunfo en la categoría reina del motociclismo. Lo está porque sale segundo en el GP de Las Américas. Porque está justo tras un brillante Maverick Viñales. Porque sigue empeñado en, en su año de 'rookie', dejar claro que ha llegado para ser campeón.

Para recoger el testigo de leyendas como Valentino Rossi o como Marc Márquez. Porque con cada carrera, con cada fin de semana, va un paso más allá. Porque parece mentira que esté en su primer año. Porque es increíble que con la misma moto que otros más veteranos como Miller o Binder hacer lo que está haciendo.

Ya lo demostró en Portugal, con ese primer podio en MotoGP siendo el tercero más joven en lograrlo. Y quiere repetir en Austin. Quiere volver al cajón en Texas. Está en buena disposición para hacerlo... pero por qué conformarse con ser segundo o con ser tercero.

Porque puede ganar. Porque puede ser primero. Porque, a pesar de reconocer la dificultad de Austin, también se nota que le está gustando la pista. Que está disfrutando. Que está manejando la KTM como un auténtico veterano en, recordemos, su primer curso en MotoGP.

Hizo una vuelta brillante en ese último intento. Mejorando, como siempre. Yendo hacia adelante. Hacia arriba. Apuntando en previsión a una segunda plaza que fue la que finalmente conquistó. No pudo con ese 2:00.864 de Maverick Viñales, pero sí con un Marc Márquez que, en su circuito, cedió ante el empuje del murciano.

Fue un 2:01.192 su crono. Ahí paró el tiempo. Ahí puso su registro. Menos de tres décimas fue lo que le separaron de Viñales, de un Viñales que sabe que va a tener trabajo para parar las acometidas de Acosta, de Márquez y, claro está, de las siempre fuertes Ducati.

Tres españoles liderando la parrilla de salida al sprint y de la carrera larga de Austin en lo que a buen seguro será un Gran Premio apasionante para los amantes del motor. ¿Habrá triplete español en el podio?