Marc Márquez ha vuelto. Ha reaparecido en el Gran Premio de Aragón tras 110 días de ausencia tras su última carrera, la que disputó en Mugello. Durante esos días de ausencia, el ilerdense se operó por cuarta vez su brazo derecho para rotar el ángulo de su húmero.

El 3 de junio se sometió a esta operación (la cuarta) en Minnesota. El '93' entonces comenzó una etapa de reposo para buscar volver, de manera definitiva, a la competición. Cuando el hueso estaba completamente soldado y en su posición, comenzó la acción: poner ese brazo derecho en forma para volver a MotoGP.

El proceso fue duro, con el brazo parado durante un par de meses. Recuperar la masa muscular le hizo pasar dolor al seis veces campeón del mundo de la categoría reina, por momentos le dolía hasta flexionar el mencionado brazo, pero tras muchas horas de gimnasio y recuperaciones específicas de la zona, el siguiente paso era montarse encima de una moto.

Lo hizo en un prototipo de calle y las sensaciones fueron tan buenas que solo dos días fueron suficientes para confirmar su presencia en los test de Misano y volver a subirse en una MotoGP. Las primeras vueltas le costaron bastante, aunque poco a poco fue mejorando hasta quedarse a solo medio segundo del primer clasificado. Las buenas sensaciones en Misano le han llevado hasta el GP de Aragón donde vuelve a la competición de manera oficial. En los entrenamientos libres del viernes ha finalizado octavo, a tres décimas de Jorge Martín, líder del entreno.

Cuatro operaciones en su brazo, tres retiradas momentáneas de la competición, dos años sin estar al 100%, 110 días desde el último día de competición oficial y una recuperación final que llevó al límite al español. Por todo eso ha pasado Marc Márquez con un objetivo que ya ha cumplido: estar de vuelta en MotoGP.