Cinco años. Ese es el tiempo que ha tenido que pasar para que Marc Márquez pueda afrontar al cien por cien una pretemporada de MotoGP. Tras comienzos de cursos marcados por las lesiones, y también por sus respectivas recuperaciones, el catalán afrontará con la Honda las pruebas de Sepang sin ningún tipo de molestia.

Y en un estado físico extraordinario, porque menudas sesiones de entrenamiento está realizando el gran campeón del mundo de motociclismo.

Su cara denota esfuerzo, y sus músculos están en completa tensión. Tal es la fuerza que realiza que las venas se le pueden ver con total claridad.

Ni rastro queda de la lesión en el hombro, que le ha hecho pasar varias veces por el quirófano hasta que por fin parece que han logrado dar con la tecla definitiva.

Ahora todo depende de Honda, y de unas mejoras necesarias y esperadas por parte del fabricante japonés.