Marc Márquez ya es campeón del mundo de MotoGP 2019. El catalán de Repsol Honda tenía su primer 'match ball' en el GP de Tailandia y, a pesar de un fin de semana en el que ha sufrido hasta dos caídas, se ha rehecho en carrera para firmar una brillante primera plaza y ser de nuevo el rey del motociclismo.

Y con razón lo es, porque menudo Mundial se ha marcado el bueno de Márquez. A pesar de que tuvo problemas en pretemporada y a comienzos de año por una lesión de hombro, que se produjo o se amplificó por celebrar el título de 2018, el catalán ha dado una lección a lomos de una Honda que Jorge Lorenzo, otro campeón del mundo, no ha llegado a domar.

Sí lo ha hecho Márquez, con unos resultados excelsos durante todo el año que le han permitido tener siempre una buena renta y una gran distancia de seguridad con respecto a Andrea Dovizioso. Llegaba a Tailandia con 98 puntos y tenía que salir de allí con 100 o más de ventaja. Lo ha logrado.

Había 14 opciones posibles para que eso sucediera. Uno de esos 14 casos se ha dado en la pista tailandesa, con un Márquez demostrando su grandeza año tras año y que sigue rumbo de hacer historia en el mundo del motor y del deporte, tanto para España como para el resto del mundo.

Sus números no están al alcance de todos, con un total de seis Mundiales de MotoGP y otros dos en categorías inferiores del motociclismo. Y todo ello con tan solo 26 años. Además, tiene moto y una motivación al alcance solo de las leyendas.

Cuatro carreras restan en el Mundial de MotoGP. Tan solo servirán para que Marc amplíe más sus registros en una era que ya debería ser llamada 'la era Márquez'.