Mientras intentaba batir el récord mundial de velocidad en tierra, Jessi Combs sufrió un brutal accidente cuando iba a una velocidad cercana a los 800 kilómetros por hora en el desierto de Alvord, en Oregón.
La piloto estadounidense de 39 años se encontraba entrenando con un prototipo a reacción de 52.000 CV para batir el récord de velocidad en tierra logrado por una mujer, que se encuentra en manos de Kitty O'Neil desde 1976, cuando alcanzó una velocidad de 824 kilómetros por hora.
"Su sueño era convertirse en la mujer más rápida de la tierra, un sueño que perseguía desde 2012. Era una soñadora con el valor para convertir en realidad esos sueños, ya que dejó la tierra pilotando más rápido que ninguna otra mujer en la historia", rezaba el comunicado publicado por la familia de Combs.