El halo sigue demostrando a cada carrera que su implementación ha sido un éxito. En esta ocasión se ha demostrado en la primera carrera de la Fórmula E en Seúl, donde un accidente de hasta ocho pilotos terminó con Nyck de Vries debajo del coche de Sebastian Buemi.
La lluvia apareció antes del inicio de la carrera, lo que prometía accidentes que acabaron llegando. En la segunda vuelta, Norman Nato se fue contra las protecciones, para que luego más compañeros se fueran uniendo. Nyck De Vries también perdió el control de su coche con la mala suerte que fue a impactar contra Sebastian Buemi, que ya estaba parado contra las protecciones desde unos segundos antes. El coche del neerlandés quedó por debajo del de Buemi, lo que pudo haber acabado en tragedia sin la aparición del halo.
"Gracias a Dios que tenemos el halo, aunque el accidente parecía más peligroso de lo que ha sido. En realidad, ha sido muy lento. Además, ves muy poco y el punto de frenada es el de todos los coches que están delante tuyo. Creo que todos hemos ido tarde con los frenos y la mayoría de nosotros hemos tenido que abandonar. Es verdad que sin el halo, sería más pequeño de lo que soy ahora. He sido muy profundo, prefiero reír antes de llorar", reconoció De Vries después de la carrera.
Tras comprobar el estado de todos los pilotos, se ha generado un debate entre los aficionados sobre la facilidad de acabar uno encima de otro con estos monoplazas. El piloto reserva de Mercedes también quiso opinar al respecto: "Yo no soy quien debe juzgar lo que ha sucedido aquí. Lo bueno es que tenemos un halo y me ha salvado, pero siendo sinceros, probablemente sea demasiado fácil que los coches se queden uno encima del otro", concluyó De Vries.