La maniobra de este piloto ruso en el rally de Hungría podría haber costado muy cara. Una imprudencia que fue sancionada por la organización.

Un coche sufre un tremendo accidente en una curva y el copiloto grita de dolor mientras tratan de auxiliarle. Tanto el piloto del vehículo como los aficionados piden al siguiente piloto en llegar a la zona que se detenga, pero éste ignora las señales.

Continúa a toda velocidad pasando junto al coche, completamente destrozado. Ningún tipo de ayuda. Una acción vergonzosa que ha acarreado un castigo.

El rally de Hungría tomó medidas y le sancionó con quince minutos al llegar a la meta por poner en riesgo a todos los que se encontraban en esa zona y por no auxiliar a su compañero.