Muchos, muchísimos años, lleva McLaren sin mostrar esa grandeza que, por historia, tiene en la Fórmula 1. Desde la marcha de Lewis Hamilton, a finales de 2013, pasando por los olvidables años de Honda hasta ahora, por fin se ven brotes verdes en Woking. La clasificación del GP de Emilia-Romaña, en Imola, es buena muestra de ello.

Y es que el cambio a Mercedes, dejando la unidad de potencia Renault, le ha venido bien al anaranjado monoplaza. Si con la unidad de potencia gala estuvieron cerca de ganar una carrera y lograron dos podios, con los alemanes se esperan grandes cosas.

Se espera que, por ejemplo, puedan pelear incluso por lo que han peleado en la 'qualy' sobre el asfalto de Imola. Y es que Lando Norris se ha quedado cerca de lograr la pole en San Marino.

O se habría quedado cerca, de no ser porque la F1 le quitó la vuelta por salirse, levemente, de los límites de la pista puestos para la clasificación.

De no haber perdido dicho registro, Norris habria salido desde la tercera plaza, tras batir los mejores tiempos en los dos primeros sectores en Imola.

Finalmente se tiene que conformar con una séptima plaza, cayendo incluso ante Daniel Ricciardo.

Sin embargo, hay motivos para la esperanza en Woking, y parece ser que, tras años y años en el desierto, ya desde 2019 van dejando claro que han encontrado el camino a seguir.

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