Otra vez Fernando Alonso. Daba igual que su Aston Martin tuviera problemas con el DRS. Daba igual la dificultad para calentar los neumáticos. El asturiano siempre tiene magia en sus manos. Lo volvió a demostrar en Bakú, acostumbrado a hacer magia en este circuito.

Salió octavo... y terminó sexto. Pasó a Albon en las primeras curvas y después atacó a Lewis Hamilton. De nuevo la lucha entre los dos campeones, que fueron compañeros en McLaren hace ya muchos años.

El de Aston Martin le ganó la partida al Mercedes. Un movimiento de maestro para hacerse con esa sexta posición. Posición que pudo mantener porque el DRS finalmente sí se abrió.

Su compañero de equipo, Lance Stroll, finalizó octavo precisamente por detrás de Hamilton. Un buen resultado para los dos coches verdes teniendo el cuenta todo el sufrimiento que habían pasado.