Enorme sufrimiento el de Fernando Alonso enSingapur.Muy, muy enfadado estaba el bicampeón del mundo en cada una de las vueltas de Marina Bay. Porque todo lo que podía salir mal así lo hizo. Porque si algo podía torcerse, se torció. Se torció tanto que escuchamos la primera radio con un cabreo más que evidente del asturiano con Aston Martin.

Con el Aston Martin. Con un coche que se pensaba que iría bien en Singapur y que no ha sido así. Que no ha dado la talla. Que ni siquiera estuvo con sus dos pilotos en pista por el accidente de Stroll en clasificación.

Alonso, solo, no tuvo ritmo prácticamente en ningún momento de la prueba. Después de conocer su sanción de 5 segundos, y de que Esteban Ocon le adelantara con un Alpine que acabó abandonando, lo soltó por radio.

"Este coche es inconducible", dijo frustrado un Fernando al que todavía le quedaba más por pasar.

Porque su segunda parada fue horrenda. Porque tras ella, y ya al final de la parrilla, se salió en el sector 3 provocando una bandera amarilla.

Sí, nada le salió a Alonso. A un Alonso que se va de Marina Bay sabiendo que pocas opciones va a haber este año ya no solo de ganar sino también de llegar al podio. Las evoluciones del Aston Martin no sirven.