Red Bull es un auténtico polvorín. Ni el doblete de los de las bebidas energéticas en Bahréin ni el Grand Chelem de Max Verstappen han calmado unas aguas muy turbias desde que eclosionase el 'caso Horner' por un presunto "comportamiento inadecuado" del jefe de la escudería hacia una empleada.

De hecho, Jos Verstappen terminó por prender la llama asegurando que el dirigente británico es quien "causa los problemas" y pidiendo abiertamente su destitución o dimisión.

Para más 'inri', el padre del vigente campeón calentó la 'silly season' reuniéndose ante los ojos de todo el paddock con Toto Wolff, jefe de Mercedes, en Sakhir.

Posteriormente, preguntado por un posible fichaje del neerlandés, el austriaco aseguró que "todo es posible" mientras que Horner respondía reuniéndose con Flavio Briatore, agente de Fernando Alonso. Jaleo gordo en Bahréin.

La partida de cartas no frena y 'F1 Insider' ha publicado la clave del contrato de Verstappen, que vence en 2028, para que pueda salir cuando quiera.

Esa cláusula de salida depende de Helmut Marko, asesor de Red Bull y gran valedor de Max desde antes de que debutase en Fórmula 1.

Según el citado medio, si Marko se marcha o es despedido, el piloto neerlandés queda completamente liberado para salir (o no) de la escudería austriaca.

El propio Helmut aseguró que "en lo que a mí respecta, no me interpondré en el camino de Max" cuando le preguntaron por los rumores sobre Mercedes.

La guerra en Red Bull está servida. En un bando, el 'clan Verstappen' con Jos, Max, Helmut Markocon, Minzlaff (director ejecutivo) y el núcleo duro de Austria; en el otro, Horner y Chaleo Yoovidhya, máximo accionista tailandés de Red Bull.