Fernando Alonso vivió un auténtico calvario en el Gran Premio de Miami. Remontó de la decimoquinta posición a la novena, pero sufrió mucho por el camino. Sus neumáticos estaban a punto de decir basta. Y en el box temieron incluso que "algo se rompiera".

Lo ha desvelado Mike Krack, jefe de Aston Martin, en declaraciones al diario 'AS'. "Con Fernando tuvimos suerte con el coche de seguridad virtual, sus neumáticos estaban planos desde la lucha con Gasly al inicio y tenían vibraciones muy malas, temíamos que algo pudiera romperse. Limitamos los daños, pero para sumar más puntos hay que salir desde más adelante", apunta el de Luxemburgo.

Y resume el fin de semana como "duro": "Una carrera marcada por la posición de carrera, con poca degradación y trenes de DRS. Era difícil progresar incluso con un coche más rápido. Por eso decidimos variar las estrategias, a veces ganas y otras veces pierdes...".

Con las ruedas blandas, el ritmo era terrible: "Los neumáticos se sobrecalentaban, probamos todo y no llegamos a conseguirlo con la goma blanda. Tuvimos problemas y esta vez estábamos en el lado malo de esa décima y media que tienes por arriba o por abajo".

La autoexigencia de Fernando

Alonso lanzó su mensaje más exigente después de la carrera. Para el equipo y también para sí mismo. Reconoció que su fin de semana no había sido "redondo" y que debía mejorar mucho. Desde la clasificación del sprint tuvo dificultades para encontrar una vuelta redonda.

Ahora, dentro de dos semanas, llega Ímola. La cita que Aston Martin ha marcado en rojo en el calendario. Llegan las ansiadas mejoras. Esas que ha puesto sobre la mesa McLaren y les han servido para que Lando Norris derrota a Max Verstappen. Casi nada.

Pero lamentablemente el equipo verde no aspira a tanto. Fernando dijo que estas mejoras tenían como objetivo "volver a luchar contra los Mercedes" de Lewis Hamilton y George Russell, es decir, liderar la zona media de la clasificación.