La superioridad de Max Verstappen en este presente Mundial de Fórmula 1 es indudable. Es aplastante. Es muy aplastante. Da igual que salga en la pole. Da igual que salga sexto. Da igual que salga desde más atrás. Da igual que sea clasificación, carrerao sprint. Da lo mismo. No hay quien pueda con él. tal es así que el neerlandés cuenta prácticamente ya con los dedos de una mano lo que le queda para ser campeón... y tal es así también que podría permitirse algo que no pocos anhelan.

Y eso es irse de vacaciones dos meses. Más de dos meses de hecho. Porque Verstappen, si él quisiera, podría no volver justo tras el parón de verano. Porque, de quererlo, se puede permitir volver en el mes de octubre.

Para ser más concretos, en la primera carrera del mes de octubre. En Qatar, tras las pruebas de Países Bajos, Italia, Singapur y Países Bajos. Dejar de disputar un total de 100 puntos, cuatro más si Sergio Pérez saliera a vuelta rápida por carrera. Y, aun no corriendo, seguiría aventajando a su más inmediato perseguidor por una nada despreciable cantidad.

Es más, de no darse ese puntito por vuelta rápida, y de no haber sprint en Losail, podría estar casi tres meses sin subirse al Red Bull para regresar en el GP de Estados Unidos en Austin.

Ha ganado diez carreras y dos sprints

De las doce carreras disputadas ha ganado diez. Solo se ha quedado sin victoria en Arabia Saudí y en Azerbaiján. En las sprints, dos de tres, cayendo en Jeddah ante su compañero Sergio Pérez.

En total, 314 puntos en su casillero. En el de Sergio Pérez, 189. La diferencia, 125. Así pues, de no subirse al coche hasta Catar, como mucho Checo podría ponerse a 21 unidades en caso de que el azteca lo ganara todo y sumara las cuatro vueltas rápidas.

Es, directamente, una insultante superioridad prácticamente nunca vista en la Fórmula 1 hasta este 2023. El gran nivel de Verstappen, junto a un Red Bull que lleva como si fuese una ampliación de sí mismo, tiene el Mundial visto para sentencia a falta de 10 carreras.