Ferrari tiene motivos para soñar. Tras un decepcionante 2023, los italianos afrontan esta temporada con la necesidad imperiosa de volver a la pelea por el título, y por ello apostaron por un diseño rompedor al presentar el SF-24.

Este cambio radical parece haber dado sus frutos, y a la espera de que se confirme en el Gran Premio de Bahréin del próximo fin de semana, el ritmo de los monoplazas del 'Cavallino Rampante' ha sido la gran sorpresa de la pretemporada.

Carlos Sainz marcó el mejor tiempo el segundo día de test, quedándose con el mejor registro de la semana, y Charles Leclerc hizo lo propio en la tercera jornada de pruebas, desatando el optimismo en el equipo dirigido por Fred Vasseur.

Es habitual que la euforia se desborde en el equipo de Maranello en las pretemporadas, pero esta vez los datos acompañan al relato. Todos los equipos están analizando los datos recogidos durante estos tres días de entrenamientos, y todos coinciden en que las simulaciones de carrera realizadas por Sainz y Leclerc son las más rápidas y las más consistentes.

El jueves, el piloto madrileño completó una tanda de 19 vueltas con una ritmo medio de 1:35.3, una décima por vuelta más rápido que Max Verstappen. Por su parte, Leclerc calcó los tiempos del actual campeón del mundo.

Unos datos que pueden tener trampa

Sin embargo, desde la cúpula de Ferrari quieren rebajar las expectativas y aseguran que según sus estudios, Red Bull ha rodado con los tanques llenos de gasolina y el la potencia de su motor capada, por lo que su rendimiento podría mejorar sustancialmente en el primer gran premio de la temporada. Sea como sea, todo apunta a que, al menos al inicio de la temporada, tendremos una espectacular lucha entre Ferrari y Red Bull por las victorias.