El pasado 28 de febrero la FIA anunció que había llegado a un acuerdo con Ferrari sobre la legalidad de su motor de la temporada 2019. La investigación había comenzado cuando la escudería italiana, después de mostrar que sufrían en recta, empezó a tener un rendimiento superior al resto de equipos, lo que hizo saltar las alarmas sobre la legalidad del propulsor.

Sin embargo, una vez finalizada la investigación, no se ha aclarado nada, de hecho, ahora hay aún más incógnitas que antes, ya que el comunicado de la FIA calla más que explica: "La FIA anuncia que, después de unas investigaciones técnicas exhaustivas, ha concluido su análisis del funcionamiento de la unidad de potencia de Fórmula 1 de la Scuderia Ferrari y ha llegado a un acuerdo con el equipo. Los detalles permanecerán entre ambas partes. La FIA y Scuderia Ferrari han acordado una serie de compromisos técnicos que mejorarán la supervisión de los motores de Fórmula 1 para las próximas temporadas del Campeonato, así como ayudar a la FIA en otras obligaciones reglamentarias y en sus actividades de investigación contra las emisiones de carbono y combustibles sostenibles".

Lejos de calmar al resto de equipos, lo único que la FIA ha logrado es enfadar aún más a la parrilla. Si en un principio eran Red Bull y Mercedes los que creían que Ferrari había hecho trampas inyectando más gasolina de la permitida en el motor, ahora se han sumado el resto de equipos a la polémica. McLaren, Mercedes, Racing Point, Red Bull, Renault, AlphaTauri y Williams son las escuderías que rechazan el acuerdo confidencial de la FIA con Ferrari. Por supuesto, tanto Haas como Alfa Romeo, equipos con motor de los de Maranello, no se han unido al resto. Las siete escuderías exigen un "cierre apropidao" en un comunicado que fue idea de Toto Wolff, jefe de Mercedes, y que luego pidió la firma del resto de jefes de equipo:

"A los equipos abajo firmantes nos sorprendió e impresionó el comunicado de la FIA del viernes, 28 de febrero, en relación a las conclusiones de su investigación sobre la unidad de potencia de la Scuderia Ferrari. Un regulador deportivo internacional tiene la responsabilidad de actuar con el nivel más alto de gobernanza, integridad y transparencia. Tras meses de investigaciones de la FIA a raíz de peticiones de otros equipos, no estamos de acuerdo con que la FIA alcance un acuerdo confidencial con Ferrari para resolver este asunto".

"Así que transmitimos de forma pública nuestro compromiso compartido de perseguir un cierre completo y apropiado de este tema, para asegurar que nuestro deporte trata a todos los participantes de forma justa e igualitaria. Lo hacemos en representación de los aficionados, participantes y accionistas de la Fórmula 1. Además, nos reservamos nuestros derechos a buscar compensación legal dentro del proceso de la FIA y ante los tribunales competentes".

De momento la FIA no ha respondido ante el comunicado, pero cuando la polémica debería haber terminado, parece ser que no ha hecho más que comenzar.