Carlos Sainz está con ganas. Está con confianza. Está pilotando como pocas veces antes en su carrera deportiva en la F1. El madrileño, piloto de Ferrari, no solo ganó en Australia sino que lo hizo dos semanas después de su delicada intervención de apendicitis... y demostró que lejos de hundirse por no tener equipo en 2025 lo que ha hecho él es crecerse.

Y ahí sigue. Sigue sintiendo que este año por fin puede ser el año. Que Ferrari ha hecho los deberes. Que el coche tiene pocas debilidades... aunque tenga que seguir avanzando.

"El Red Bull era rápido y logró la pole... pero su tiempo no estaba fuera de nuestro alcance", dice Sainz en palabras que recogen en 'Motorsport'.

Porque el monoplaza rojo fue muy bien en Melbourne: "Desde la primera vuelta se sintió como un coche ganador. Ha ido perfecto".

"Pero será complicado que esté ahí arriba en cada pista hasta que lleguen las mejoras, para cerrar esa brecha que había en Bahrein o Jeddah", cuenta.

Con todo, sabe que depende del circuito: "Habrá pistas en las que seamos más fuertes. Lo vimos el año pasado. Y ahora parece que nuestro ritmo de carrera es mejor en donde más fuerte somos".

"Con un buen programa de desarrollo espero que se pueda desafiar a Red Bull", prosigue Sainz.

Y es que se vio capaz de vencer a Verstappen en Melbourne: "Sentí que podía seguirle. Aquí el DRS es muy potente. Luego perdió el coche y me acerqué para tratar de adelantarle. Ahí empezó a tener problemas de frenos. Es una pena, habríamos tenido una buena lucha".