George Russell ha conseguido su objetivo de dar el salto a un equipo contendiente por el título. Williams no estaba al nivel de sus aspiraciones como piloto y el tren a Mercedes ha llegado en el mejor momento de madurez y consolidación del británico.

Aterriza en la escudería más exitosa de la última década, en una era híbrida totalmente dominada por los alemanes y por el que va a ser su compañero: su amigo e ídolo de la infancia Lewis Hamilton.

Son siete los campeonatos mundiales que atesora, a la espera de poder añadir otro a sus vitrinas esta temporada y completar un ciclo que solo pudo empañar Nico Rosberg en 2016.

Al igual que se ha despedido de Valtteri Bottas, Lewis ha querido dar una calurosa bienvenida a Russell, a quien conoció cuando era un crío y soñaba con llegar a la Fórmula 1. Sin embargo, no todo es tan bonito en la pista, ni dentro de los boxes.

Se ha visto a un Hamilton dominador y avasallador, dejando muchas veces en evidencia a sus compañeros. No obstante, de darse la situación contraria, aparecen fricciones que son difíciles de aguantar.

Escuderos

George tiene una difícil decisión que tomar. ¿Quiere ser un problema para Hamilton o no? De ello depende la relación entre ambos, o eso indican los emparejamientos pasados.

Lewis ha compartido garaje con Heikki Kovalainen o el ya mencionado Valtteri Bottas, dos pilotos que no han puesto nunca en peligro su superioridad y que han ejercido de segunda espada en todo momento.

Lo mismo hizo Jenson Button cuando le tocó compartir monoplaza en McLaren con él. A pesar de tener las cualidades como para poder ser uno de los pilotos aspirantes al título, como consiguió en su etapa en Brawn, Button dio un paso atrás, excepto en 2011, cuando le superó en el mundial en un momento en el que ninguno de los dos luchaba por el campeonato.

A raíz de ese tipo de comportamiento o actuaciones de sus compañeros, la relación entre Hamilton y todos ellos era y sigue siendo buena, hasta el punto de lamentar tan vehementemente la reciente salida de Bottas.

No le gusta la competencia

Cada vez que Lewis ha tenido a un compañero capaz de superarle y arrebatarle la corona de campeón, ha habido problemas. Ego, hostilidad, y estratagemas para darle la vuelta a la situación.

Tanto en 2007 como en 2016, Fernando Alonso y Nico Rosberg fueron críticos con la actitud de Hamilton al compartir box, y eso que con el alemán compartieron muchos años de formación en el karting, donde ya fueron compañeros de equipo y se hicieron amigos inseparables.

Ambos fueron huesos duros de roer para el inglés y por ello se deterioró la amistad. Es cierto que la relación con Alonso ha mejorado con el tiempo, pero Nico y Lewis siguen mostrándose como enemigos incluso después de la retirada de los circuitos de Rosberg.

Vienen curvas para George Russell, quien tendrá que descubrir en sus propias entrañas lo que supone estar bajo el mismo techo conviviendo con Lewis Hamilton.