Aunque al principio del fin de semana los Alpine parecían más lentos que los McLaren, la realidad es que en cuanto al ritmo de carrera, la escudería francesa iba mucho más rápida que la británica. Ejemplo de ello fue Fernando Alonso, que hizo una gestión perfecta de la carrera y controló en todo momento lo que hacía su perseguidor, Lando Norris. Las radios no dejan lugar a dudas: McLaren se rindió ante la superioridad de Alonso y no intentaron adelantarle en pista.

A Alonso le reportaron por radio que tenía a poco más de un segundo a Norris, a lo que respondió: "Es una carrera larga. Si quieren pelear, pagarán el precio".

Pero después, el piloto de Alpine confesó por radio su estrategia: quería tener cerca a Norris para que este "destrozara" sus neumáticos, lo que demuestra que Alonso tenía controlada la carrera en todo momento.

"Ha entendido el juego"

Fue entonces cuando a unas diez vueltas del final, McLaren le dijo a Norris el siguiente mensaje: "Buen trabajo con los neumáticos. Cuidado con deslizar las ruedas traseras. Nos vamos a centrar en llegar hasta el final".

El equipo británico hizo frenar a su piloto ya que entendieron que era imposible alcanzar a Alonso. Fue entonces cuando el español dio una respuesta demoledora después de que le informaran de que McLaren frenó a Norris: "Ha entendido el juego. Ahora tendremos diez vueltas de paz".

Un ejemplo más de que Fernando Alonso lee y gestiona las carreras como nadie. El español quedó sexto en una carrera perfecta, siendo "el primero del resto" y sumando ocho puntos que, junto a los cuatro sumados también por Ocon, han hecho que Alpine adelante a McLaren en el Mundial de Constructores.