"Nada de lo que cambias en el coche marca una diferencia en este momento. Eso es lo difícil". Contundente, conciso y directo; así se ha mostrado Lewis Hamilton al término de la tanda de libres del Gran Premio de Australia este viernes.
El heptacampeón del mundo, con una nueva configuración en el W13, ha estado muy lejos de la cabeza, y ve ganar en Albert Park como una auténtica utopía.
"Simplemente no hay mucho que podamos hacer. Así son las cosas, así que tenemos que pilotar con esto. Eso es lo frustrante porque estás tratando de empujar, estás tratando de atraparles, e incluso cuando haces una vuelta decente, estás a 1.2 segundos, por lo que es difícil", ha señalado en declaraciones posteriores a los entrenamientos.
"Entras muy optimista, y luego haces cambios y ya no parece querer mejorar. Así que hicimos algunos cambios para los segundos libres y los Libres 1 fueron mejor. Los segundos entrenamientos terminaron siendo un poco más difíciles para nosotros. Es un coche complicado", ha añadido Sir Lewis.
George Russell, su compañero, se ha mostrado aún más contundente: "Definitivamente estamos muy mal". "En la curva nueve es probablemente lo más fuerte que he experimentado. Creo que es algo con lo que tenemos que lidiar por el momento. Creemos que es la forma más rápida de dar un giro. Pero tal vez no lo sea. Necesitamos seguir profundizando en los datos y comprender. Hemos ido de izquierda a derecha y al centro con la configuración siempre con un resultado similar, por lo que debemos tratar de controlar las cosas y comprender qué sucedió", ha añadido.
El ex de Williams es consciente de que cada vez están más cerca de Alpine que de Red Bull y Ferrari: "No estamos en la posición en la que queremos estar, hay bastantes coches en el medio del campo por delante y, obviamente, bastante lejos del ritmo de los mejores. Así que tenemos que trabajar duro esta noche y comprender las limitaciones".