Max Verstappen se llevó el primer gran premio de la temporada de calle. En ningún momento peligró su victoria. Sergio Pérez con el otro Red Bull fue segundo, pero no pudo acercarse al piloto neerlandés durante ningún tramo de la prueba.

Red Bull asusta. Nadie parece poder toserles. Aston Martin con Fernando Alonso ha sido el segundo coche más rápido de Bahrein, pero la distancia es considerable. Al menos en esta carrera.

Y es aquí donde entra la famosa maldición de los últimos años en la Fórmula 1. En los últimos seis años ningún ganador de la primera carrera ha acabado convirtiéndose en campeón del mundo.

El año pasado Charles Leclerc, en 2021 Lewis Hamilton con Mercedes, en 2020 y 2019 Valtteri Bottas, y en 2018 y 2017 Sebastian Vettel con su Ferrari.

Todos ellos fueron subcampeones. Una maldición que podría romper un Verstappen insaciable. Ya son dos los títulos consecutivos que acumula con Red Bull en la que puede ser el comienzo de su era en la competición.

Su padre, Jos Verstappen, ya apuntó que su hijo podría comenzar un dominio que incluso se podría alargar cinco años. Parece que el tercero está en su mano si Red Bull se sigue comportando así. El futuro ya se verá, a la espera de los desarrollos de Aston Martin.